¡Cuán largas que son hoy! ¡Qué presurosas, cuando a la lumbre del amor corrieron, las gratas noches que un tiempo fueron, besos de luz, sobre jardín de rosas…!
¡Que pausadas ahora y silenciosas las horas que hace poco florecieron en jardines de notas que gimieron como quejas de flautas cadenciosas!
En estas tristes noches de tu ausencia, en que el cielo responde a mis querellas llorando, en vez de lágrimas, estrellas, en el cáliz de mi íntima esperanza, el consuelo, con manos de clemencia, ¡deja caer sus perlas de bonanza!
Alfredo Espino/Poesía/El Salvador
El Marcalino año 8, Edición 348
18 de junio del 2014
No hay comentarios:
Publicar un comentario