Por: Oscar Mauricio Ramos
Henríquez
otra fue la historia pues al ir a recibir el avión en el
campo colón y con alegría bajar las cajas que traían el “pertrecho bélico” (las
armas); lo que venían eran unas limas y unos machetes que les dieron a cada
uno; bueno, siempre los armaron, el ejército no dijo qué tipo de arma, pues en
este caso eran “armas blancas”.- Luego era que por las noches no se podía
encender pero ni un cigarrillo, no se podía hablar y para identificarse lo que
hacían era que se palpaban la cara casi como reconocimiento de un ciego y ya
plenamente reconocidos se daban un par de palmaditas en la espalda , pero la
verdadera guerra la sufrieron en el pelotón porque dentro de los “reclutados”
estaba “el mudo Chicas” que no era ciego
pero si sordo mudo y un poco testarudo como dice Shakira.- Cuando andaban
patrullando , con verdadero sigilo y cuidado, tal vez en lo más tenso de la
“misión”, de repente oían el CHAZ ! !, Chaz!!, chaz!!, CHAZ!!!, CHAZ!!! De las hojas secas que Chicas hacía sonar al
caminar y casi en coro gritaban “CALLEN AL
MUDOO!!!”, o venían avanzando muy calladamente como lo habían aprendido
en “COMBATE” que era una serie de televisión de aquellos tiempos dado que no
habían tenido mucha preparación ni entrenamiento y pues había que usar el
ingenio; se comunicaban a señas , claro el mudo así si entendía pero al
responder el mensaje, de repente se
escuchaba muy fuerte PUU !!
PAPAPA!! PUPUPU !! aaaAAAA!!!! y otra vez se oía: “CALLEN ESE
MUDOO!!”, así se acababa el elemento sorpresa de la misión , aja, y cuando a la
hora de la formación se daba la orden de
avanzar o hacer giros y como para saber
si era sordo.– así pasaron en tensión y peleando esa guerra interna aquel
pelotón que tal vez no fue el mejor pero de que sufrieron la guerra, la
sufrieron.
Y es que eso de seguir instrucciones es fregado sobre
todo si no se sabe a ciencia cierta lo que se pide; esto le pasa a muchos de
mis contemporáneos que no saben ni encender una computadora porque nunca
tuvieron el más mínimo interés en superarse o por lo menos ponerse “a tono” con
los tiempos .-Parecido le pasó a un personaje que vive cerca de la llantera
“Pablito” cuando le dieron su primer trabajo que fue en los juzgados y que como
requisito le pidieron que se calzara, pues hasta entonces era chuña (descalzo);
esto era muy común verlo en esos tiempos donde los niños de pocos recursos iban
así a la escuela; eso si , iban con los pies bien lavaditos y otros tantos
lograban calzarse ya mayores hasta que trabajaban y conseguían algún dinero
para comprarlos pues les recuerdo que no habían zapatos de segunda, solo nuevos
y aunque los más baratos costaban unos quince lempiras... Continuará…
Publicado por El Marcalino
Edición 315, 03 de septiembre del 2013.
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