Por Jorge Barralaga
En “la marcha de la verdad” del domingo 26 de mayo, Juan
Orlando dijo una sola verdad, solo una, el adversario del Partido Nacional ya
no es más el Partido Liberal, es el Partido Libertad y Refundación –LIBRE-.
Solo para el registro, esta es la primera declaración en la que públicamente se
reconoce que el bipartidismo se rompió y por lo tanto, los grupos oligárquicos
ya solo tienen un partido, el Nacional.
Tener claridad y conciencia sobre
este punto es esencial para entender lo que ocurrirá en la campaña de los
próximos meses y sobre todo para poner en blanco y negro que hacia adelante, lo
que se juega es el futuro de la Patria. O continúa en el poder ese pequeño
grupo que en más de 100 años solo miseria y corrupción nos ha dado, o por el
contrario, por primera vez el pueblo hondureño asume la conducción del Estado.
Una de las primeras cosas a rescatar
en esta lucha, que por ahora se libra en el plano electoral, es el concepto de
democracia; la oligarquía se lo apropió y nos metió en la cabeza que la
democracia era votar cada 4 años por alguno de sus partidos. LIBRE y el FNRP
tienen la responsabilidad de hacer que el pueblo entienda que la democracia también es acceso a la educación,
la salud, la alimentación, la vivienda y la recreación.
También se apropiaron
del concepto de libertad, nos han vendido la idea que esta se reduce a la libre
locomoción y a la libre opinión. Semejante falacia solo esconde lo que a la
oligarquía le interesa, la libre circulación de la mano de obra, el capital y
las mercancías, esa es la esencia del modelo económico neoliberal y del
capitalismo para asegurar la acumulación de riqueza en manos del mismo grupito
de siempre.
Por el contrario, el
socialismo democrático es el modelo alternativo que el pueblo deberá construir
desde la aldea y del barrio, esto es, tomar control desde la base sobre los
recursos naturales, definir políticas públicas municipales, evaluar el quehacer
del funcionario público, debatir, aprobar o rechazar decisiones que ahora toma
de forma unilateral la cúpula enquistada en el poder, al servicio de los grupos
oligárquicos
A esa oligarquía comercial, industrial
y financiera solo le queda el partido Nacional para seguir con su política de
despojo y reparto y al pueblo solo le queda el Partido LIBRE para impedirlo y
desarrollar una economía en la que el ser humano y no la reproducción del
capital, sea el centro de la acción del Estado. Y todas estas acciones pasan
por la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente originaria y popular.
En resumen, se trata
de desnudar el discurso demagógico y mentiroso de Juan Orlando y compañía
y eso solo se puede hacer explicando con
claridad la propuesta de transformación de LIBRE. Esta consiste en construir un
nuevo andamiaje legal e institucional, el necesario para desmontar la
institucionalidad neoliberal e instalar el que el pueblo necesita y demanda; el
socialismo democrático, como única alternativa.
Publicado por El
Marcalino
Edición 301, 29 de mayo
del 2013.
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