Por: Oscar Mauricio Ramos Henríquez
Muchas
canciones tienen un especial significado en nuestras vidas por lo que dicen sus
letras, por el instante en que las
escuchaste, o a quien amabas en ese
momento como por ejemplo “Alejandra” que era el vals de mi abuela porque
se la había dedicado mi abuelo cuando
eran novios, la de mi papá era “noche
callada” la de mi mamá es “por eso no debes” y la mía es “ave de paso”; pero la
más famosa entre los estudiantes de secundaria de aquella época era “yesterday”
que era la canción tema de la profe María Luisa Rodríguez.- Era una jovencita
recién egresada de la Escuela Superior del Profesorado y la que nos enseñó las
primeras nociones de inglés (en primaria no se estudiaba esa clase) y esa
canción nos la enseñó a todos porque le inspiraba los más profundos
sentimientos de amor, lo que no estoy seguro es si ya le había robado el
corazón el profe García, pero lo cierto era que esa canción fue parte de la
clase, por lo menos así fue en esos años;
también si mal no recuerdo, fue la primera profe que compró un automóvil; era
un Toyota Starlet color amarillo crema “nuevo y de paquete” como dicen en
sábado gigante, le lucía, se miraba muy elegante conduciéndolo .-Pero no crean
que todo le fue color de rosa porque entró al colegio un grupito de alumnos
grandes, fornidos y relajeros; el más desarrolladito era el que hoy es gerente
propietario de una agrocomercial que queda enfrente de la cancha del INHFA,
otro es un brillante abogado que vivía por el “puente de hierro”; del grupo era
uno que vivía salida al Salvador y que está en el negocio avícola en Cortés,
también estaba uno que vive en barrio San Juan y que me han contado en su casa
se dan las fiestas más elegantes y
espectaculares de Marcala y que fueron el dolor de cabeza de la profe por mucho tiempo pues tenían como jueguito el
levantar en peso el carrito y ponerlo en los lugares más difíciles e
insospechados; solo imagínense salir de una jornada de trabajo agotadora e
intentar ir a su domicilio y encontrar su automóvil en medio de un gran lodazal que se hacía
enfrente de la entrada del colegio que no había por donde subirse sin enlodarse
o subido en la acera del INHFA con poco espacio para maniobrar y empezar a
sudar y a luchar para sacarlo sin golpearlo, se lo dejaban detrás del colegio o
en otra calle distinta de donde lo había dejado estacionado solo para verle la
cara de sorpresa y angustia, así gozaban aquellos “angelitos”.- Pero como sale en las películas, los sospechosos
siempre estaban cerca de las fechorías y hasta
le decían “dele profe, ya sale” ,“hijue, como que se va hundiendo más”,
y quedaba el carrito todo enlodado.-Pero al final terminaban ayudándole
quedando según ellos de”super héroes” (que bandidos verdad?)
Publicado por El
Marcalino
Edición 302, 04 de junio
del 2013.
5 comentarios:
Lo bueno seria que diga los nombres
Buena historia,jajaja, tiempo memorables, jamas se olvidaran,pero tampoco regresaran"
que lindo, me quedo sin palabras!! Gracias Oscar por compartir!
Jaja, esas historias no me las sabia, gracias Oscar por compartir esas historias de mis papas
que lindo fue leer esa historia que escribio Mauricio, nos remontó a los tiempos inmemorables, sólo quiero agregar que uno de los angelitos es quien hoy es mi yerno Jonathan Díaz, que cosas las de la vida. Gracias Mauricio por escribir tan linda historia, a Calixto y a mis hijos les gustó mucho.
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