Por: Oscar Mauricio Ramos Henríquez.
En
nuestra vida de rutina éramos influenciados grandemente por nuestros profesores
y mi profesora de tercero a sexto grado fue la profesora Gloria Moreno (hermana
de Carlos Moreno gerente del banco de occidente).- fue por ella que
nosotros Antonio Romero, Rubén Osorio,
Armando Montoya, Roberto Argueta, Oscar Melghem o yo entre muchos, aprendimos a
jugar basketball; pero el mejor del grado era Salvador Gámez (hijo de doña Etel
Tomé) y una vez que estábamos jugando en el patio de la Marco (que aún no
estaba cementado) coincidió que la directora de la escuela la profa. Rosario
González iba a revisar un balde conteniendo la leche que nos daban en el
recreo, con tan mala suerte que al momento de agacharse, salvador tiró la
pelota, misma que pegó en la parte de arriba del tablero y la vimos casi como
en cámara lenta caer justo en la cabeza de la directora y luego hundirla en la
leche.- Ya se imaginan los sentimientos de miedo y de risas contenidos por
nosotros al ver a la directora con una barba de espuma de leche, los lentes y
el pelo de la misma forma; no se quien empezó a reírse, lo que si me acuerdo es que la profe nos castigó y no
nos dejó jugar por mucho tiempo, y la clase de basket se convirtieron en clases de futbol; ella
corría a la par de nosotros hasta el campo colón pero en ese deporte casi no
teníamos suerte pues en otros grados estaban a cargo del profesor Boanerges
Portillo o el profesor Eusebio Maldonado y como ellos jugaban con sus grados y
nuestra profesora no podía, allí nos ganaban, pero nunca dejamos de jugar.-Solo
recuerdo a la frofe. Marina Izaguirre que fue mi profe en primer grado que si
le gustaba jugar de portera con nosotros y atajaba muy bien pero que gritería
de nosotros cuando le metíamos un gol, por cierto que también jugaba
basketball; lo que hoy me pregunto es ¿ por qué estos nuevos profesores, son
muy pocos los que se proyectan de esa manera con sus alumnos? ¿Será que ya no hay esa vocación que diferencia al buen profesor ?.
Una
de las pruebas que se inventó Salvador era el pasarse una alcantarilla que está
cerca de donde hoy es la terminal de buses de Marcala y que a mitad es completamente oscura y debía
de ser cuando aterrizaba o despegaba la
SAHSA y si no pues nos “cachimbiaba” (pegaba) y como él era unos
años mayor que nosotros pues ni modo “así a las buenas, pues si”.
Continuará…
Publicado por El Marcalino
Edición 284, 29 de Enero del 2013.
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