El primer
grupo de Alcohólicos Anónimos que se fundó en Marcala se llamó Mi
Esperanza.
Según comentó
Gregorio C. este grupo funcionó en el Barrio La Gatera y entre sus
fundadores se menciona los ahora difuntos Celestino Bautista Montes,
Alonso C., Ricardo U., Rigoberto G. y Teófilo M. en el año de 1968.
Pedro D. comentó
que el primer grupo de Alcohólicos Anónimos Mi Esperanza lo inició
Luis Caballero (quien llegó a Marcala como promotor de las Escuelas
Radiofónicas. Se reunieron en el Campanario de la Iglesia
Parroquial. Después en la casa de Doña Rebeca Díaz, y en la casa
de “Don Tino Varela” (Celestino Bautista Montes).
Un tiempo después,
decidieron reorganizar el grupo el 29 de septiembre de 1975. El señor
Ricardo Urquia (QDP) propuso que se le cambiara el nombre y se le
pusiera Grupo El Crisol, “para que cristalice a los miembros, y que
les saque de la mente la enfermedad del Alcohol”.
Durante un tiempo
funcionó el grupo y por una terapia muy fuerte que vino a dar un
compañero de San Pedro Sula, y que aparentemente no les gustó,
decidieron apartarse y formar el Cuarto Paso el 12 de diciembre de
1978 y primero funcionó en la casa de Don Teófilo Montes en el
Barrio El Cipres.
En el grupo El
Crisol solo quedaron 3 miembros; se fortalecía porque desde Sigamane
venían cuatro miembros PERO el 3 de mayo de 1979 fundaron su propio
grupo que lo llamaron “Tres de mayo”.
Recuerda Don
Gregorio C. que cuando el Grupo El Crisol quedó diezmado, él se
llevó los muebles que tenía el grupo para su casa y a iniciativa de
Perfecto Sorto y Don Toño B. decidieron instalarse debajo del
Campanario de la Iglesia Parroquial pero por el miedo que les daba
las grandes piedras que tiene el reloj del campanario y por la
Amistad de Peto Sorto con Doña Isaura Medina (la mamá de Memo)
alquilaron un local precioso y de allí para acá el Grupo El Crisol
no volvió a desintegrarse.
“Lo más
complicado de vivir en sobriedad son los defectos de carácter, las
emociones que tiene el enfermo Alcohólico pero como en Alcohólicos
Anónimo hay 12 pasos espirituales y uno se dedica a estudiar y poco
a poco va controlando estos defectos, no del todo pero con la ayuda
de Dios logramos vivir este camino, el cual se logra cada 24 horas”
concluyó Gregorio C.
Publicado
por El Marcalino
Edicion 280, 26 de
diciembre del 2012.
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