Víctor Manuel Claros
Del encuentro deportivo que la
gran mayoría de los hondureños, fuimos testigos en fecha reciente, quizá sea
una de las contadas emociones que hemos tenido en medio de tantos problemas que
todos los días tenemos que afrontar en nuestra vida cotidiana. Hasta en el
lugar más pequeño de Honduras muchos(as) estaban pendientes de éste evento,
porque esto es lo único que a todos nos une, cuando juega la selección, en
partidos de trascendental importancia para llegar al próximo mundial, nos
unimos todos sin importar la cultura: política, religiosa, social o económica.
Aquí todos gritamos, nos emocionamos y nos abrazamos . No existen golpistas ni golpeados, ni liberales ni
cachurecos en esos noventa minutos todos estamos en un solo sentir.
Qué bueno sería que todos los
días juegue la selección para que todos los hondureños estemos más unidos, que
nos olvidemos de todo tipo de rencor ya sea por lo político o por otro tipo de
problemas. Muchos en esos noventa minutos nos olvidamos hasta de las deudas que
tenemos, se nos olvida que no tenemos ni frijoles para comer o cualquier
problema que nos tenga agobiados, es muy bonito el sentimiento que nos une éste
deporte, ojalá que el próximo año nos den la satisfacción de lograr el pase al
mundial de Brasil y así poder olvidar nuestras penas durante el tiempo que
Honduras este en la competencia.
Ojalá que los altos directivos no
piensen mas en el factor económico que en la pasión que muchos disfrutamos a la
hora de ver los encuentros deportivos. Como en éste país, lo que más les
importa es el beneficio propio que algunos dirigentes de nuestro balón pie logran con la selección independientemente si
clasifica no al próximo mundial. Mientras tanto sigamos disfrutando de la tan
destacada participación de nuestra selección y que ojalá que el próximo año
volvamos a estar unidos todos los hondureños y que de una vez por todas nos
olvidemos de todas las divisiones que por ideologías diferentes, o problemas
personales muchos(as) se han mantenido distanciados entre si. Gracias a DIOS
por regalarnos una emoción tan grande por medio de nuestra selección nacional y
que ojalá podamos estar en Brasil 2014 y así seguir disfrutando sanamente y
olvidarnos de las penas de nuestro diario vivir.
Publicado por El
Marcalino
Edición 273, 23 de
octubre del 2012
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