Días después del golpe de Estado, en la pared de la
papelería de Rigo Bautista en el centro de Marcala, los militares escribieron
esto… “wants more, call me”; para bien o para mal, la frase pasó desapercibida
porque en Marcala se habla español; pero la provocación fue real, la frase
decía… “quieres más, llámame”. Y así se evidenció el involucramiento de los
gringos de Palmerola, lo cual no debe extrañarnos para nada.
Lo que no sabía esta gente es que al ayudar a detener
la consulta de la “cuarta urna” y la represión desatada contra el pueblo,
estaban abriendo un capítulo nuevo en la historia nacional, solo comparable con
la huelga del 54 y con la independencia de 1821; son tiempos de cambio que
amenazan con romper el actual orden de cosas. Y una de las cosas que cambió es
el propósito y el contenido del discurso en la conmemoración del día de los
trabajadores (as).
Hoy, como en los 2 años anteriores, ya no solo se
recuerda a los mártires de Chicago, la mayoría de la gente que se moviliza lo
hace con una esperanza que antes no tenía, ahora se tiene la posibilidad real
de ser parte de un proceso de transformaciones sociales profundas en todos los
ámbitos de la sociedad hondureña. Y la movilización del primero de mayo dejó de
ser parte del paisaje para convertirse en un evento de movilización de masas
contra el sistema económico imperante.
Denunciar problemas sociales y que el Presidente los
escuche no es relevante, lo que sí es importante es que se identifica al modelo neoliberal y al capitalismo como causa
general de toda forma de injusticia, a los grupos oligárquicos como el enemigo
de clase a desplazar del poder y al socialismo como modelo de organización
social y económica que coloque al ser humano como centro de toda acción del
Estado. Y ahora el discurso trascendió la denuncia para asumir un carácter
político.
Sin saber desde cuándo ni cómo, se aceptó la idea que
el movimiento social no debe politizarse, que se debe mantener al margen del
poder para no contaminarse, evitar divisiones y concentrarse en la defensa de
los intereses del gremio; pero esto también cambió, una candidata presidencial
encabezó la movilización de los trabajadores el primero de mayo del 2012. Y al
partido LIBRE se le reconoció como el partido de los(as) trabajadores (as)
hondureños (as).
Solo como registro para la historia, la reacción
contra el golpe de Estado provino de todos los sectores de la sociedad,
incluida una pequeña fracción de la empresa probada, luego esta reacción se
organizó y dio forma al Frente Nacional de Resistencia Popular que, bajo la
conducción del movimiento social y el liderazgo de Manuel Zelaya Rosales,
acuerda crear al partido Libertad y Refundación. Y así, este primero de mayo la
movilización abandonó el discurso lastimero que pide y se lamenta y asume una
posición política que busca el poder a través del FNRP/LIBRE para la
transformación revolucionaria de la sociedad hondureña. Así sea.
Escrito por Jorge Barralaga
Publicado
por el Marcalino
Edición
248, 1 de mayo del 2012
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