Por Carlos Galeas
“El tiempo avanza inexorablemente” es una frase reconocidísima y adjudicada al profesor Guadalupe Sánchez que en eventos, programas radiales y en conversaciones entre amigos la dice con mucha convicción.
Y pensando en esta frase me he quedo meditando sobre su significado. Y según el diccionario hace referencia a algo implacable, cruel, duro, despiadado e inapelable y ahora que este año 2011 está a punto de gastar el calendario, es oportuno reflexionar sobre lo que nos ha pasado durante cada día. En el municipio de Marcala, pareciera que no pasa nada y no es así. Este año termina con muchas deudas, proyectos inconclusos y quizás con muchas esperanzas que en el 2012 se pueda avanzar. Marcala desde hace varios años ha cambiado drásticamente. Hoy es casi común los delitos y crímenes al estilo de las grandes ciudades. El colmo llegó al límite que se ha dictado un toque de queda como medida extrema y aunque poco o nada sea el aporte con eso se disfrazó la seguridad que se le debe brindar a la ciudadanía.
El tiempo, que es cruel, implacable y despiadado, ha pasado y parece un año más. Y si algo aprendimos cada quien sabrá sacar las lecciones y proponerse ser mejores personas. No podemos permitirnos el hecho de olvidar solo por olvidar. También al concluir este año podemos repasar los momentos difíciles y alegres que hemos vivido y procurar vivir los días del próximo año intensamente.
Un año más con experiencias, ojalá que hayamos acumulado sabiduría y humildad para que en el año nuevo podamos seguir construyendo una patria más justa, solidaria donde todas y todos encontremos la realización personal porque el “tiempo avanza inexorablemente” y ante el regalo de los días somos sus víctimas. Dependerá de la actitud para que no sea tan cruel ni despiadado. Digo yo.
Publicado por El Marcalino
Edición 229, 13 de diciembre del 2011.
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