La necesidad de un cambio

Por  Jaime Suazo

Por varias razones la economía mundial ha entrado en un estado de recesión, y aunque las causas son múltiples se sabe que la crisis inmobiliaria de los Estados Unidos fue uno de los principales detonantes y dada la economía globalizada de la actualidad, sus efectos tuvieron repercusión a escala mundial, así Honduras como exportador de materia prima y como maquilador a gran escala del  mercado norteamericano no fue ajeno a este fenómeno económico, y  la reducción en las divisas, la merma en las donaciones y el endurecimiento en el financiamiento internacional serán impactos negativos en la economía hondureña en los días venideros.

Aunque la recesión comenzó en el año 2008, el impacto financiero en nuestro país aun no alcanza su punto más crítico por dos factores que favorecieron la economía -aunque ninguno de ellos estaba dentro de lo previsto por los órganos financieros del país- Uno, el alto valor del café en el mercado internacional y el otro los desembolsos sobre préstamos y donaciones al gobierno de Lobo Sosa, retenidos durante la crisis política del 2009.

¿Pero de allí que vendrá? La economía norteamericana aun no da señales de recuperación y eso complica la economía de gran parte del mundo y mucho mas la nuestra que tiene como principal fuente de sustento las divisas generadas por los hondureños residentes en la nación del norte, sean estos legales o ilegales.

Para el periodo de gobierno que viene, los políticos dañinos, torpes y abusivos tienen la obligación de apartase de la administración del país, tendrá que aparecer gente nueva, visionaria y sobre todo honrada a conducir la nación en uno de los periodos más críticos desde que se tiene vida republicana. En la actualidad se sabe que el gobierno es incapaz de gobernarse y gobernar a los demás lo que se llama estado fallido. Y si la ruta sigue viene el colapso financiero, las revueltas civiles y la calamidad  pública producto de la corrupción legalizada, los partidos políticos. Aun es tiempo. KRB

Publicado  por El Marcalino

Edición 222, 25 de octubre del 2011