Primero: En el hecho supuestamente ocurrido en ningún momento se me vinculó a mi persona y a mi empleado Carlos Alfredo López como responsables o participes del hecho, pero en el proceder irresponsable, ignorante y deseoso de protagonismo -para justificar su inoperancia- de las autoridades, fuimos requeridos sin medir el daño moral, social, psicológico y económico a nuestras personas y familiares.
Segundo: Con la resolución judicial donde se nos absuelve definitivamente de los hechos imputados, quedó demostrado nuestra inocencia, nuestros valores y principios morales y espirituales que hemos conservado durante nuestras vidas hasta este día.
Agradeciendo el afecto, la solidaridad, confianza y apoyo de un gran número de amigos y familiares que en ningún momento pusieron en duda nuestra honorabilidad reitero mi agradecimiento y compromiso de no defraudar su confianza depositada en mi persona.
Publicado por El Marcalino
Edición 221, 18 de octubre del 2011.
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