Por Carlos Galeas
La administración pública debe ser transparente y no deben considerarse los asuntos del municipio como un secreto.
Los últimos días se ha dejado escuchar por los medios locales de comunicación un dimes y diretes entre regidores y el alcalde municipal. Según lo que se logra entender es que el Alcalde aboga en nombre del pueblo para que se le permita, sin consultarle a nadie, poder disponer de los recursos necesarios para resolver las necesidades y peticiones que llegan a la Alcaldía. El asunto principal es que se quiere manejar los gastos corrientes como una piñata o mejor dicho como una partida confidencial. Es decir darle al que llega a pedir y que esta decisión solamente la tome el Alcalde sin que la Corporación Municipal (los regidores en pleno) conozca las solicitudes.
Deben ser intereses muy grandes para que el Señor Alcalde haya recurrido a la Comisión Ciudadana de Transparencia para que le ayudaran a convencer a la Corporación. Y llama la atención que el principal discurso que se vende es que con esta rebaja del techo del que puede disponer el Alcalde el más afectado es el pueblo, así lo afirmó recientemente.
Ese reparto del presupuesto sin un plan parece una piñata. Algunos regidores desde el año pasado se vienen quejando que no han podido realizar ningún proyecto importante para el municipio. Y que con el presupuesto, que para este año 2011, es de 22 millones de Lempiras, no se logre realizar un proyecto importante. Es interesante que estos asuntos de la administración pública se conozcan y se abra el debate para que la gente sepa en qué se gastan los recursos que recaudan por los impuestos las autoridades.
Y que sea la misma gente que saque sus conclusiones sobre qué provoca estos pleitos entre las autoridades.
¿Acaso será que se quiere asegurar la próxima campaña política?
Publicado por El Marcalino
Edición 214, 30 de agosto del 2011
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