28 de junio de 2011

Aún hay raíces en las conciencias


Cortaron el árbol…


…”Solo echando fuera el mal del  egoísmo podrá el canto de las aves ser el mismo que se quede el que prefiera la ignorancia no solo cortándolo se hace ganancia.- Guillermo   Anderson, cantautor hondureño


Cronología en la corta vida de un árbol
30 de mayo.- Hoy es el día del árbol, y en conmemoración a este día el equipo de la Asociación de Cooperación Rural en África y América Latina (ACRA) decidió ponerme en contacto con la madre tierra para darme vida, lo hicieron llenos de esperanza y alegría, soñaron con verme grande, ofreciendo sombra, oxigeno, agua y belleza a la humanidad, pero por sobre todo querían sensibilizar sobre lo importante que somos los arboles para la vida, por eso en mi acta de nacimiento pusieron lo siguiente: “Los arboles nunca mueren cuando echan sus raíces en la conciencia humana”.
Primera semana de junio.-  Comencé a arraigarme, mis raíces se aferraron con fuerza para recibir todos los nutrientes de la tierra, me sentía feliz, recibí las primeras lluvias, cuya agua revitalizó mi existencia, mis hojitas se volvieron de un verde encendido y empezaban a danzar a los primeros soplos del viento, mis amigos (as) de ACRA, previendo que alguno de los transeúntes que diariamente pasan por este lugar (el parque de Marcala), pudieran aplastarme involuntariamente, pusieron un cerco de madera a mi alrededor, me agrado ver que estaban pendientes de mi existencia.
Segunda semana de junio.- Tomé más fuerza, el invierno arreciaba y el agua de lluvia contribuía a mi crecimiento, miraba a mis hermanos que ya son mayores y se muestran imponentes desde su altura y soñaba con estar como ellos y ofrecer sombra y abrigo a las personas que diariamente veía pasar, y me imaginaba ¡cuántos de los transeúntes se detendrían a contemplar mi follaje, los cambios en el color de mis hojas!, ¡Cuánta paz transmitiría a quienes se detuvieran a apreciar mi esplendor!.
Tercera semana de junio.- Voy a cumplir mis primeros 15 días, veo a mi hermanito, que también  fue sembrado  el día del árbol por los estudiantes del PENIEL y somos vecinos, aunque yo soy liquidámbar, y el cedro, ambos nos vemos fuertes, y esplendorosos, me siento muy contento, por eso sueño con crecer pronto para contribuir a la calidad de vida y al bienestar de la humanidad, ¡esa es mi misión!
Pero el Liquidámbar, ícono de Marcala, no vivió más, esa misma semana fue cercenada su existencia, lo que denota que hay mucho trabajo por hacer para lograr actitudes permanentes de conservación de la naturaleza en la mente de los humanos,  pero nuestro árbol no morirá, logrará echar raíces, porque en estos días plantaremos otro en el mismo lugar, seguiremos trabajando arduamente en este sentido.

…”Solo la alegría de sembrar nos trae vida
la madre resentida volverá a reír.

Quede en la conciencia del que siembra y se realiza
y la lluvia cual sonrisa se verá venir”...

Guillermo Anderson.

ASOCIACION DE COOPERACIÓN RURAL EN AFRICA Y AMERICA        LATINA (ACRA).


 Publicado por El Marcalino
Edición 204, 21 de junio del 2011

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