Es tema de casi todos los días escuchar el justo reclamo de los alcaldes
(as) al gobierno central para que haga efectiva las transferencias, es decir,
el dinero con que la mayoría de las municipalidades satisfacen parte de las
demandas de la población. Pasa que ese dinero no siempre existió, hasta 1990
los alcaldes eran nombrados por el ministro de Gobernación, casi todo lo que se
hacía en el municipio era obra directa del gobierno central y el protagonismo
local era visto sin importancia.
Aun cuando el tema de la descentralizaciones proponía como modelo desde
la década de los 80’s, es solo con el desmorone del campo socialista a partir
de 1989 que se acelera su implementación desde los organismos financieros
internacionales –Banco Mundial, BID, Unión europea, otros,-. En Honduras como
en otros países dela región, esos procesos inician en los 90`s a través de la
creación de las leyes e instituciones necesarias para avanzar en esa dirección,
la descentralización del Estado.
¿Pero que es lo que se descentraliza?, básicamente se trata del traslado
de competencias técnicas, legales, administrativas y financieras desde el
gobierno central a las municipalidades, lo que en resumen conduce a colocar en
el nivel municipal el centro de las decisiones sobre cada área estratégica del
desarrollo que allí se defina. Hasta acá todo parece bien, nada que discutir,
no hay oposición formal de nadie y sin embargo, en más de 20 años, el proceso
de descentralización a avanzado muy poco.
La razón después de todo es simple de entender, los mecanismos de
reproducción del poder pasan por la capacidad del político (a) de “resolver
problemas” de la gente y eso se hace controlando el presupuesto nacional; lo
cual explica, entre otras cosas, la creación del fondo departamental de los
diputados que ahora, por cierto, ya no se aprueba en el congreso sino en el
ministerio de Finanzas, según lo determine don Juan Orlando. Así que el
traslado de competencias no es cosa tan sencilla de implementar.
Es evidente quela descentralización, el desarrollo local y la
participación ciudadana no tienen discurso que los adverse, ni desde posiciones
políticas de derecha y mucho menos de izquierda; por el contrario, todos
parecen coincidir en esos temas pero cuando se tiene el poder y hay que
compartirlo, no es difícil identificar el boicot a ese avance. Debo decir que la
intención de este comentario es subrayar la importancia de la descentralización
pero sin perder de vista las causas de su escaso avance.
Como sea, la sociedad tiene su propia dinámica y hay eventos que bajo la
coyuntura adecuada, hacen caminar lo que ahora está estancado. Se me ocurre,
por ejemplo, que la sequía y la pérdida de las cosechas en varios
departamentos, sumada a la incapacidad del gobierno de cumplir con las
transferencias, el endeudamiento público, el estancamiento de la economía y la
emigración de la población al exterior, entre otros factores, generen
condiciones para un cambio del rumbo actual del país.
Queda por analizar el rol de las comunidades en la
promoción del desarrollo local para salirle al paso a la crisis.
Jorge Barralaga,
Correo: barralaga@yahoo.com
El Marcalino año 8, Edición
353
31 de julio del 2014
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