Por:
Oscar Mauricio Ramos Henríquez
esto
era todo un capital pues algunas casas de alquiler costaba veinte lempiras el
mes, de allí deduzca lo caro del artículo .- Pues a este amigo ya muy crecidito
le tocó calzarse y así llegó a su primer día de trabajo; alguna gente ya lo
vio diferente, muy formal con su ropa
limpia y calzado con sus zapatos nuevos y relucientes, pero siempre hay más de
algún fijado que lo vio detenidamente y soltó la carcajada secreteándose con
algunos amigos que también se rieron hasta que uno le vino a decir que se
miraba bien ya calzado pero que se los había puesto al revés .- Y como iba a
saber este individuo que había un zapato
izquierdo y otro derecho si era primera vez que lo hacía y nadie le explicó cómo
era eso de ponerse los zapatos.- A otros les pasó fuera de Marcala como lo que
les ocurrió a tres grandes profesionales que ahora viven en Tegus.; pero cuando
fueron a estudiar por primera vez a esa ciudad, alguien les recomendó que
probaran la “pizza”, que era una comida deliciosa y algo que no se conocía por
estos lugares .- Los tres entraron a una conocida pizzería que queda en el
centro, pero al ver los precios se fueron “como condorito” (de espaldas) porque
no andaban suficiente dinero.- Siempre hay alguno que se quiere pasar de muy
instruido y muy de mundo; en este trío, uno de ellos se le ocurrió pedir
una pizza de “ingrediente adicional” que
en el menú decía que costaba cuarenta lempiras y que era lo más barato; el encargado
del restaurante al ver que “el monte” les salía por todos los poros, les tuvo que explicar que eso no
era una pizza sino que un “extra” para agregarle a la pasta en mención, luego,
se burlaban los otros dos de ese “impase” pero la verdad es que los tres
andaban perdidos y adivinando.
Los
circos siempre tienen un encanto aunque sean muy humildes; en el setenta vino a
Marcala un circo ya más completo pues traía animales, en cuenta un león y que
se instaló por el centro de salud, a la par de un palo de ceibo que había en
ese lugar y que tristemente botaron cuando pavimentaron.- Se decía que al león
lo alimentaban con carne de perros que lograban agarrar por las noches; yo toda
esa temporada mantuve a mis perros:bauster, Bobby y layka encerrados y encadenados
porque no quería que terminaran de plato principal del león.
Continuará…
Publicado por El Marcalino
Edición 316, 10 de septiembre del 2013
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