Nuestros
políticos ya nos tienen acostumbrados al espectáculo, pues es la tónica
mayoritaria, aunque haya que reconocer algunas excepciones. Pues les cuesta
hacer algo si no dramatizan, exageran o mienten. Si sacan adelante una ley,
esta se convierte en el gran avance legal y social. No importa que después no
se cumpla. Si se trata de elegir a un funcionario siempre se elige a alguien
eminentísimo. Que con frecuencia no es tanto, o pierde la calidad cuando se
enfrenta con algún grupo político, pues el concepto de moralidad de los
diputados raya lo absurdo y varia, y oscila según el calificativo con moralidad
notoria este a favor o en contra del pensamiento político del diputado, si
apoya es ético, y si disiente es inmoral y es así, como se han elaborado tantas
leyes, que ni los mismo diputados los cumplen.
Es
terrible el grado de impunidad que existe, la terrible corrupción, el abuso de
poder y tantas otras cosas que el pueblo sufre. Parta el caso tenemos una
fiscalía general mal dotada de recursos, y por lo mismo ineficaz en la
persecución del delito. Le es imposible investigar a políticos en el poder o a
las grandes fortunas del país. Pues no se atreve a seguir las recomendaciones
de la investigación, y es así, como en los últimos 30 años no hemos tenido un
verdadero fiscal que se haya enfrentado, al crimen organizado; y no digamos una
policía involucrados en hechos bochornosos de los cuales dejan mucho que desear
pues estos son nuestro políticos que en su momento prometieron, seguridad,
trabajo, y honestidad. Pero hay los tenemos de nuevo pidiéndole el voto al
pueblo. !Ojala reflexionen!
J. René Gámez
Publicado por El Marcalino
Edición 288, 26 de febrero del 2013.
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