Sin ser economistas la
confesión no es una excusa, ni mucho menos; si no que la declaración paladina
que para hablar de economía solo hace falta un poco de sentido común, haber vivido
la vida y tener algún tipo de compromiso con este país.
Ello explica que muchos
economistas hondureños no pueden hablar de economía y más propiamente de los
problemas económicos de este país y que, por el contrario hombres comunes y
corrientes, dirigentes campesinos y obreros para no acumular muchos ejemplos
diariamente dicen los problemas de Honduras y dan soluciones muchas de ellas
ingenuas pero sinceras, para sacar adelante este país, de la miseria que se
encuentra con un modelo económico completamente desfasado no funciona: no da
suficiente empleo ni le permite al país los recursos suficientes para crear la
infraestructura mínima para desarrollar a Honduras y es el responsable que a
nadie le quede duda de las condiciones infrahumanas en las que vive o mejor
sobreviven más de las dos terceras partes de los hondureños.
Pero los políticos en su
afán de ejercer el poder en nombre del pueblo que en una forma inconsciente las
eligió y ahora que nuevamente los políticos vuelven a sus andadas a pedir el voto,
pero de algo nuestro pueblo debe de estar consienten que las mismas personas
nos darán el mismo resultado. Pues cuando el modelo neoliberal prácticamente ha
fracasado, solo nos queda aplicar el pensamiento de que solo el pueblo salva al
pueblo y sobre todo luchar por el desarrollo de nuestra comunidades, haciéndolo
a través de las organizaciones que si, en verdad luchan por llevar bienestar, y
desarrollo a cada una de las
comunidades.
J. René Gámez
Publicado por El
Marcalino
Edición 253, 05 de junio
del 2012
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