Por Yaneth Urquia
Hace unos trece años tuve la oportunidad de compartir techo con cierta persona:
Ahorrativa, nunca compraba lo que no necesitaba. Hace tres meses lo encontré completamente realizado viviendo de lo que invirtió y de sus ahorros.
Recuerdo, siempre pensaba en el futuro y que podrían venir tiempos malos. Le pregunte cómo se logra? su respuesta fue:"la pobreza también es riqueza”, pude "ser persona sin tener" claro reconozco que siempre fue honesto, con una identidad propia nunca se dejó influenciar, una auto-estima admirable.
Difícil no imposible- En una sociedad influenciada por los grandes medios de comunicación, que inducen al consumo irracional, crean necesidades ficticias.
Much@s gastamos lo que no nos hemos ganado. Este patrón de comportamiento es el que desde lo privado se lleva a lo publico, solamente que aquí no es un error es un DELITO --Malversación de caudales públicos-el dinero se lo gastan a lo loco, se convierten en maquinas de deshacer billetes, barriles sin fondo, cada año se le sacan más y más al contribuyente.
Este error agravado por la enajenación cultural que produce la corrupción: al poder se llega y se llega a conseguirle "algo" todo esto nos tiene como estamos: Colapsados, en un caos total, en ingobernabilidad. Este estado fallido es el que esta obligado a formular políticas de ahorro e inversión, hacer uso adecuado de sus recursos y bienes, es desde aquí que se educa a servir y no servirse, como subdesarrollados priorizar necesidades, auto evaluarse, presupuestos en base a realidades; rendir cuentas.
El reto no es fácil necesitamos administradores con valores, no bota ratas despilfarradores, ávidos de reconocimiento, alimenta clientes políticos, como ciudadanos estamos obligados a romper con estos patrones de comportamiento.
Publicado por El Marcalino
Edición 224 de noviembre del 2011
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