El futbol: pasión y excesos
Por Jaime Suazo
El domingo pasado se vivió unos de los episodios más desagradables del torneo de futbol federado del presente año, aunque en el futbol muchas cosas pueden pasar no significa que todas deben aceptarse, o dejarse pasar sin hacer notar el disgusto que las mismas nos generan. La jornada de futbol fue de indisciplina generalizada, aunque en diferentes grados, pero al final la irracionalidad de cierto grupo de jugadores término por opacar algunas manifestaciones de buen futbol que ocurrieron durante los partidos. Esto no es nuevo ni lo será nunca, en todo lo que tiene ver con la participación de un ser humano, las manifestaciones de la conducta son impredecibles. Pero como toda causa tiene su efecto, los actores de tan reprochables actos serán sancionados conforme a las normas disciplinarias del futbol y los que de alguna u otra forma nos vinculamos a la dirigencia del mismo, tendremos que poner a prueba nuestro ingenio para tratar de prevenir que estas situaciones no ocurran como si fueran parte de la competencia.
El futbol local está alcanzando un nivel superior en relación a otras épocas en lo que a inversión se refiere, en ese mismo nivel la preparación física, técnica, táctica y sobre todo psicológica debe procurarse, porque no está lejos el día en que algunos de nuestros futbolistas entren en competencias nacionales, como equipo representativo o jugando para otros equipos, por ello el desarrollo tiene que ser integral.
Aunque muchos no puedan olvidar los incidentes del pasado domingo, otros no podemos olvidar el gol de Franklin Aguilar anotado al club San Juan el domingo antepasado o el gol de Marco Tulio Erazo anotado al Zelaya el domingo pasado, así el futbol se va viviendo en diversas facetas y sobre cualquier alteración anormal al verdadero espectáculo, perdurarán por siempre las inolvidables jornadas de de buen futbol y otras tantas historias inolvidables que se han tejido entorno al apasionante espectáculo como lo es y lo seguirá siendo el futbol.
Publicado por El Marcalino
Edición 181, 11 de enero del 2011

No hay comentarios:
Publicar un comentario