Opinión ciudadana

 Compañero Que Dejó Huella Positiva:

Por Ronmel Melghem

 La semana anterior dejó de existir en la ciudad de Tegucigalpa Omar Rodríguez; compañero singular en las filas del Frente Nacional de Resistencia Patriótica (FNRP).

Omar, con el espíritu combativo que lo caracterizaba llega a Márcala en el año de 1977 y junto con la Sra. Gera Melghem se convierten en pioneros de la radiodifusión Marcalina al fundar juntos la primera radioemisora de este municipio que fue bautizada como Radio Presidente. Inmediatamente que se funda la radio Omar comienza a utilizar ese medio de comunicación para educar a sus oyentes. Así, además de la programación habitual de cualquier radio con programas de música de diferente género, noticias, y deportes, habían muchos espacios para analizar la historia nacional y la situación social imperante en el país en aquella época, uno de los programas de más audiencia entre jóvenes estudiantes era “Honduras para Principiantes”; allí mediante la lectura al micrófono conocimos  las novelas de Ramón Amaya Amador como Prisión Verde  y otras, cada día habían espacios para  analizar y comentar la situación socioeconómica del país. Estos programas eran interactivos ya que incluían preguntas sobre el tema a la audiencia y a falta de teléfonos muchos íbamos caminando a la radio para participar. Había además, programas especiales de acuerdo a fechas importantes del calendario cívico nacional; así como también en su momento retransmitía o informaba del avance victorioso del Frente Sandinista de Nicaragua en su lucha contra la dictadura de los Somoza.

Como resultado empezamos a comprender muchas cosas, cosas vedadas al hondureño en general. Conociendo a Ramón Amaya Amador supimos que atrás de las grandes plantaciones de bananos de la costa norte del país, había otra historia; la de la Honduras explotada, en miseria, saqueada de sus recursos, pero también supimos que la organización de las personas era efectiva para luchar por objetivos. Habíamos nacido en gobiernos militares, nos parecía aquello normal, pero con Omar supimos que era una receta que venía del norte y que se había aplicado a Latinoamérica como un medio para dominar a nuestro continente, supimos que aquello olía a mucha corrupción y a entreguismo,  conocimos el término “gorilas” y que éstos estaban repartidos por Latinoamérica. Empezamos a entender que la pobreza y la marginalidad de gran parte de la población no era algo casual, era el resultado de todo un sistema injusto…. Y, otra sorpresa, comenzamos a escuchar una música diferente, una música que hablaba de un pueblo que se liberaba, comenzamos a oír un canto de libertad y paz. De esa manera comenzamos muchos de mi generación a ser más críticos frente a la realidad, a muchos nos nació la conciencia de que una patria nueva es posible si todos nos incorporamos a luchar por eso, muchos aprendimos a querer la justicia y amar a la libertad. Como era de esperar su labor educativa y concientizadora fue interrumpida por el gobierno militar de turno ya que la radio fue clausurada y suspendida con lo que tuvo para regresar a Tegucigalpa. A pesar de eso  hoy podemos decirle a Omar que dejó huella positiva en Márcala y que sembró conciencia crítica y patriótica en muchos de sus oyentes.

 Publicado por El Marcalino

Edición 177, 30 de noviembre del 2010