Los contrapesos del desarrollo
Por Jaime Suazo
II parte
Una justicia que debe comenzar, con el reconocimiento que los bienes aportados, agua, bosque, minerales, etc. Debe tomarse como coinversión o socio aportador de materia prima para la distribución de los dividendos en los porcentajes correspondientes y no excluir a los pueblos del beneficio que puede generar un comercio de energía de cuya explotación solo les ha quedado históricamente, la devastación ambiental y los llamados efectos colaterales que han sido opacados con miserables aportes sociales que no inciden en el combate a la miseria de los pueblos donde se plantan las obras.
Habrá que aceptar que la transición de la energía térmica a la hidroeléctrica representa un paso adelante en lo que ambientalmente respecta y este paso ya es importante para el país, pero que la generación de este potencial eléctrico de nuevo este en manos del empresariado otra vez nos recuerda que la empresa del estado está colapsada y que no es más que un decrépito refugio burocrático, entonces las reglas del comercio vuelven a ser potestad casi absoluta de los proveedores que tendrán un abanico de argumentos para que los precios de adquisición sean fijados conforme a sus intereses y de nueva cuenta la historia se repite.
El verdadero desarrollo que propone esta nueva generación de energía seria si los pueblos o dicho mejor sus autoridades fueran los explotadores de sus propios recursos y generadores de energía, que con financiamiento externo con el aval del gobierno central y técnicamente respaldados por la ENEE se convirtieran en proveedores, y no bajo las reglas actuales donde son simples recepcionistas de unos cuantos impuestos a costa de la explotación de sus riquezas por periodos extensos.
Está claro que solo la inversión genera la riqueza, pero está más claro que solo las riquezas distribuidas con justicia desarrollan a los pueblos, por tanto los pueblos tienen el derecho a reclamar los frutos de las riquezas naturales que les han sido heredadas a sus generaciones y a ser vigilantes celosos de las propuestas que se escudan en la teoría del desarrollo.
CONTINUARA...
Publicado por El Marcalino
Edición 174, 08 de noviembre del 2010.
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