Por Victor Manuel Claros.
Antes de poder escribir un poco sobre la corrupción en nuestro país me gustaría hacer la aclaración que he escrito varias opiniones y si Usted ha observado lo he hecho de manera práctica y sencilla; lo hago así porque pienso que así lo entendemos mejor.
Lo escribo tal y como lo hablamos en nuestro medio. Cuando hablamos de corrupción en nuestro país este semanario no sería suficiente para escribirlo.
Con el simple hecho de que Honduras tristemente es uno de los países más corruptos del mundo y lo peor es que nuestros gobernantes aún no se han dado cuenta, digo esto porque han pasado varios gobiernos y todavía no hay nadie en la cárcel por corrupto casi siempre hay escándalos de corrupción pero de qué sirve si el Ministerio Público con sus limitaciones logísticas y de personal acusa a alguien por corrupto de nada sirve porque el poder económico y político siempre estará por encima de todo.
Solo para que tengamos una idea de esto mire el tramo de pavimento que hicieron para La Esperanza en ese proyecto hay una inversión millonaria y aún sin pasar vehículos hay tramos que ya están en mal estado. ¿No será eso corrupción? También en esos proyectos que se dicen que son para los pobre se gasta más en pagar planillas y en compra de vehículos nuevos para poco tiempo, después terminan subastando casi regalados.
En fin ya para el pobre pueblo solo se utiliza para h hacer las famosas movidas. Aquí en nuestro país nunca pasa nada qué lindo es vivir en Honduras por eso que muchos se pelean por estar en puestos claves en los gobiernos porque no van con la mentalidad de trabajar por nuestro país sino que van para ver cómo pueden asegurar su futuro por no decir otra cosa.
Con todo ese dinero que se embolsan los corruptos cuanta medicina se compraría para los hospitales, cuánto merienda llegaría para niños que sí la necesitan o cuanta gente realmente pobre se ayudaría. Mientras las leyes no se cumplan como debe ser y ningún corrupto esté en la cárcel parece que estamos condenados seguir como uno de los países más pobres del mundo.
Por eso nosotros debemos de sentirnos orgullosos de hacer nuestro trabajo honradamente no importa ambiente en el que lo hagamos y saber que podemos andar en la calle con nuestra frente en alto sin que nadie nos señale y dar ejemplo.
Publicado por El Marcalino
01 de marzo del 2010, edición 138.
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