Por Jaime Martínez Guzmán.
Con este seudónimo suscribía, Don Evaristo Martínez Vásquez, sus reportes a los periódicos, revistas y noticieros radiales de su tiempo, de los cuales el fue corresponsal, tales como La Epoca y El Cronista de Tegucigalpa; El Espectador y Diario Comercial de San Pedro Sula y algunas veces de los Radio Periódicos Diario Matutino y La Prensa del Aire de HRN.
La actividad reporteril de su tiempo se hacía, únicamente, por la vía telegráfica pues todavía, por lo menos hasta la década de los sesenta del siglo pasado, el desarrollo de la telefonía era muy incipiente.- No había llegado aún lo que hoy es la micro onda y no conocíamos la televisión.- Hoy resulta que los jóvenes ya no conocen el telégrafo, más que en el Museo de HONDUTEL.- Estamos en los tiempos de los celulares y el internet.
El estilo de redacción telegráfica tenía que ser especial, las ideas o contenidos entendibles, pero expresados con pocas palabras.- Quizás porque no había tanta delincuencia, los reportes trataban de reflejar lo positivo de la vida cotidiana de los pueblos y no como ocurre hoy, en todo el país, cuando el reporte principal es el parte policial.- Recuerdo haber llevado yo mismo a la oficina telegráfica, allá por los inicios de la década 50, un reporte de Don Evaristo, más o menos así: “Inaugurose esta ciudad sistema alumbrado hidroeléctrico.- Presidente Gálvez corto cinta simbólica encendiendo primera bombilla.- Pueblo agradecido obra impulsará desarrollo socioeconómico.- El Clarín de La Sierra”.
Don Evaristo Martínez V., mi padre y también de Saúl, José Lempira, Yolanda, Adilia y Constancio César, todos nacidos del matrimonio que constituyó con Doña Anita Guzmán Chavarría, es, sin temor a equivocarnos, el precursor del periodismo en Marcala; esto se puede comprobarse en los archivos correspondientes de la Biblioteca Nacional, lo pueden atestiguar las personas de mayor edad en nuestra ciudad y lo indica el Dr. Adán Bonilla Contreras en su libro sobre la historia de nuestro querido pueblo, que dictó al Abogado Benito Gámez.
Algunos rasgos biográficos de Don Evaristo son los siguientes: Nació en Santa Ana, Departamento de La Paz, el 26 de Octubre de 1896.- En su pueblo natal realizó sus primeros 4 años de la Escuela Primaria, el 5º.. Grado lo aprobó en Tegucigalpa, donde se había trasladado en búsqueda de nuevos horizontes, sin más medios que su inteligencia, voluntad y anhelo de superación .- Dios y el destino le proporcionaron una oportunidad de ingresar a la Escuela de Comunicaciones Eléctricas becado, expresamente, por el Ministro de Educación, Dr. Rómulo E. Durón, agradecido este porque aquel jovenzuelo lo había salvado de un posible accidente al lograr controlar a una mula desbocada que montaba, dirigiéndose a su hacienda en los alrededores de Tegucigalpa.
Se graduó de Telegrafista, con las mejores calificaciones de su grupo, ejerciendo esa actividad en Santa Elena, La Paz y Nacaome, Valle.- Radicado después en Marcala ocupó por muchos años, dada su preparación, excelente redacción y escritura caligráfica las secretarías de la Municipalidad, del Juzgado y de la Comandancia de Armas, lo mismo que de cuanta organización cultural o social que surgía en la comunidad, como la “Alberto Galeano” que organizó la primera Biblioteca Pública y la que fundó el Instituto “21 de Octubre”.
Fue miembro del Partido Nacional de Honduras.- Fue Alcalde Municipal durante dos períodos, cuando el puesto se desempeñaba ad honoren, su obra física más importante es la apertura de la calle que va del Barrio El Calvario, al Barrio San Rafael.- Fue electo Diputado Suplente en dos oportunidades, cuando los propietario no dejaban ningún espacio y en el caso que nos ocupa, más bien le endosaban la atención a los humildes correligionarios de La Sierra, diciéndoles “vayan donde Evaristo, él les explicará y atenderá en las cosas del partido y en lo que requieran”.- Mi padre siempre atendió, con buena voluntad y en todo lo que podía a quienes le visitaban, con orientaciones y gestiones, otra ayuda no podía dar porque nunca fue acomodado económicamente.
Evaristo Martínez V. el Clarín de La Sierra, siempre se preocupó por estar actualizado intelectualmente, leía todo material que llegaba a sus manos, libros, revistas y periódicos.- Cuando no había alumbrado eléctrico en nuestra ciudad y una pocas personas tenían radio receptores a base de baterías de automóvil, él, todas las tardes visitaba al General Roque Jacinto Pérez, Comandante de Armas, a escuchar las noticias nacionales e internacionales.
Tenía facilidad de palabra, buena dicción y cultura general, por lo que, generalmente, se le designaba para que fuera el orador en eventos de la comunidad, como para dar la bienvenida a personajes o dignatarios que visitaban nuestra ciudad o en actos políticos.- Con facilidad improvisaba discursos y por su fuerte y modulada voz muchas oí decir: “Que hable Don Evaristo, el hombre que no necesita micrófono”; y es que también estos aparatos no eran comunes.
El Clarín de La Sierra murió en San Salvador, El Salvador el 16 de Diciembre de 1962 y allá descansan sus restos, dejando a sus hijos e hijas un legado de humildad, honorabilidad, responsabilidad y amor a Honduras.
Publicado por El Marcalino
12 de abril del 2010, edición 144.
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