7 de abril de 2010

Consecuencias del golpe de estado y las iglesias

Marcala, La Paz. Los efectos del golpe de Estado en Honduras del 28 de junio del 2009 se vivirán durante muchos años porque existe una continuación del mismo con la participación de las instituciones políticas y religiosas del país. “La primera parte del golpe de Estado con Micheletti terminó el 27 de enero del 2010, la segunda parte es la continuación con Pepe Lobo porque él fue parte desde el 28 de junio”, destacó el dirigente del Frente Nacional de Resistencia Juan Barahona. Barahona agregó que el Estado de Honduras está quebrado económicamente y esta situación ha llevado a los golpistas que están en el poder a introducir un paquetazo dentro del Congreso Nacional para que se apruebe y así recaudar fondos porque el país fue saqueado económicamente por los golpistas. “El saqueo del que fue víctima el Estado de Honduras, el robo que hicieron los golpistas nos tocara a nosotros los hondureños y hondureñas pagar”. “Todos los ciudadanos y ciudadanas nos debemos oponer a pagar, porque nosotros no nos hemos comido, ni robado ese dinero”, enfatizó Barahona. “Son ellos los golpistas que se han robado ese dinero, son ellos los que tienen que pagarlo, devolverlo, es por eso que todos y todas nos debemos oponer a la aplicación de un paquetazo que afecta solo a los pobres de este país”.
El camino de reflexión de los católicos tiene que ser la toma de conciencia
La participación de la iglesia católica en el golpe de Estado fue encabezada por el Cardenal Oscar Andrés Rodríguez, la iglesia protestante encabezada por los presidentes de las asociaciones de pastores y ellos están comprometidos con el golpe, no así la base, la feligresía que esta comprometida con la lucha del Frente Nacional de Resistencia. Por su parte el sacerdote católico Celso Sánchez destacó que en la iglesia católica hay dos puntos de vista, unos que han tomado una opción clara de acompañar al pueblo y aquellos que se acomodan a un sistema y entre ellos están los que participaron en el golpe de Estado. El padre Celso Sánchez añadió que “en esta situación se debe entender que el cardenal Rodríguez no es la máxima autoridad de la iglesia porque la iglesia católica tiene ocho diócesis y cada una tiene su autonomía y la participación no fue en consenso de toda la jerarquía. El camino de reflexión de los católicos tiene que ser la toma de conciencia por trabajar para transformar el país y combatir el mal y la injusticia que se comete con los pobres, “el católico consiente no debe conformase con palmearse el pecho y participar de una procesión cuando a la vuelta de la esquina actuara de una manera incoherente”, concluyó el padre Celso Sánchez. Publicado por El Marcalino 29 de marzo del 2010, edición 142.

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