Acuerdo corporativo para antena

Marcala, La Paz. Los habitantes de la Colonia Pelayo Benjamín Bonilla acuerdan no permitir la construcción de una torre para telefonía celular cerca de las casas de habitación a pesar que existe un acuerdo municipal que le otorga derechos a la empresa DIGICEL. Habitantes de la colonia como la señora Melania Osorto recordó que si en otros lugares del municipio no se ha permitido la construcción de ese tipo de estructuras ¿Porqué ellos lo van a permitir? Lamentó la postura de la empresa al decir “que brinque quien brinque ellos pondrán la antena en el lugar”. Los pobladores de la Colonia Pelayo Bonilla se preguntaban quien otorgó el permiso para el alquiler del terreno municipal y construcción de la torre. La respuesta a la interrogante se encuentra en la secretaria municipal en el libro de actas de la reunión realizada el 14 de febrero del 2008 ya que el permiso fue aprobado en reunión de corporación además del arrendamiento de ese y otros terrenos del municipio a la empresa por la cantidad de 300 dólares mensuales con el compromiso que la empresa construya un cerco perimetral en el lugar. Por su parte Digna Melgar habitante del lugar aseguró que que no permitirán la construcción de la torre porque la distancia mínima requerida por ellos es de 500 metros y las casas de habitación están ubicadas a menos de 250 metros del lugar donde se presente hacer el proyecto y que esta construcción no les trae ningún beneficio. Antonio Zelaya miembro de la directiva del patronato de la colonia lamentó que las autoridades no socialicen con la comunidad ese tipo de decisiones y que no se les tome en cuenta sus opiniones, además que el alcalde municipal Rigoberto Villatoro les dice una cosa y los de la empresa otra cosa. El secretario municipal Elías Vásquez informó que la empresa Tigo tiene interés en colocar una antena de telefonía en el mismo cerro en la Colonia Pelayo Bonilla y otra en el parque Soberanía de Marcala pero aun no existe un contrato con la municipalidad. Publicado por El Marcalino

24 de agosto del 2008, edición 64