Por: Oscar
Mauricio Ramos Henríquez
Tal
vez si la Toyota se hubiese dado cuenta de este episodio habría inventado mucho
antes el slogan que dice : “NO LO
MANEJE, ¡¡¡MALTRATELO!!!”
Hace
poco vi a un niño de unos cuatro años comiendo algo que era común en aquellas
épocas y que yo lo conocí como “MACHUL”, otros le decían “MAMACITO” que era
elaborado con una tortilla recién salida del comal y que se le agrega queso
desmenuzado haciendo un especie de comprimido parecido a un “muñeco” y según la
inventiva de la mamá, le hacía brazos, patitas y hasta cabeza con orejas y que
era delicia para nosotros, creí que ya nadie comía de eso pero veo que algunos
conservan esas costumbres; otra cosa común era la “vaca” que como a Marcala no
se vendía ice cream ni otro tipo de
helados pues nos habíamos inventado esa bebida que consistía en medio vaso de
leche y medio vaso de cocacola, tenía un sabor más bien extraño que al final y
porque no había nada más que tomar
terminaba por gustarnos; también comíamos queso frito que era así de sencillo o
sea freír queso y ya.- Y un último manjar era comer una semilla de un árbol de
sombra para el café que es de la familia de los pepetos, guanijiquiles y
guamas, que se llama “PATERNA” que las cocían con algo de ceniza y un poco de
sal y era otra delicia .- Como van los tiempos creo que vamos a tener que
volver a usar estos tipos de manjares
que si se pueden hacer, prueben
estos cuatro, tal vez les guste alguno.
Para
el viaje de despedida de sexto grado, la mamá de un gran amigo les preparó a él
y su mejor amigo un pollo para el “bastimento” (comida para el camino), pero a
esa edad uno tiende a ser egoísta y este
fue el caso pues en complicidad con la oscuridad de la madrugada el dueño
empezó a pellizcar el pollo y cuando el alero (gran amigo) volteaba a ver qué pasaba porque sentía el olorcito a pollo,
el otro se hacía el dormido, ponía cara de momia, así lo fue pellizcando cuando
podía .- Pero el efecto de la saliva con el aire, el manoseo y el calor del
cuerpo (porque lo había sacado de la
mochila y metido debajo de la camisa para levantar menos sospechas) empezó por
descomponer el pollo.- Ya cerca de las nueve de la mañana, el compañero intentó
darle otro pellizcón al pollo pero al abrir la bolsa se sintió un olor
nauseabundo nauseabundo que otro
niño que iba en el asiento de
atrás grito “PROFE, aquí va un niño que
se va cag$%&ndo y no de risa, hey vos, le hubieras quitado aunque sea las
botas de hule” .-
Continuará….
Publicado por El Marcalino
Edición 300, 21 de mayo del 2013.
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