Aunque
hoy en día la palabra colesterol está llena de connotaciones negativas
asociadas a una mala alimentación, a problemas cardiovasculares y obesidad, en
realidad se trata de un elemento necesario para nuestro organismo. Lo
importante es conocer qué es, cómo funciona y cuándo es perjudicial para la
salud. El colesterol no es otra cosa que un tipo de grasa, un lípido que
participa en muchos procesos fisiológicos importantes como el celular, el
digestivo y en la sintetización de hormonas, entre otras funciones. Nuestro
hígado es capaz de producir el colesterol necesario para el organismo. Sin
embargo, a través de la alimentación, podemos recibir una cantidad
adicional de esta sustancia que, en muchas ocasiones, es perjudicial para la
salud, sobre todo para el corazón. El origen de su aumento en sangre
viene derivado, principalmente, del incremento de las grasas saturadas y
transmitadas en la dieta.
Colesterol
'bueno' y 'malo'
Con
esta sencilla explicación, muchos médicos intentan concienciar a sus pacientes
de los riesgos que para la salud comporta una alimentación poco equilibrada y
rica en grasas.
Para
que el colesterol llegue hasta las células, antes requiere un transporte a
través del riego sanguíneo. Para ello, existen dos lipoproteínas, la LDL,
de baja densidad, asociada al 'colesterol malo', y la HDL, o de
alta densidad, que se identifica con el 'colesterol bueno'. El
problema del colesterol 'malo' o LDL es que, en exceso, se acumula en las
arterias y dificulta el tránsito de oxígeno a través de la sangre, lo que
dificulta el trabajo del corazón y del cerebro. La acumulación de estas grasas
en los vasos sanguíneos se denomina arteriosclerosis. Aparte de los
riesgos de infarto, existen otras patologías cardiovasculares graves ligadas al
exceso de éste.
Por
su parte, el colesterol 'bueno', o HDL, no sólo es necesario para el
organismo, sino que es recomendable aumentar sus cantidades en sangre
cuando existe riesgo de arteriosclerosis, porque ayuda a remover el colesterol
'malo' que se acumula en las paredes de las arterias.
Primera
parte escrita
Por Samuel Castillo
Estudiante de 6to.
Año de medicina
FCM-UNAH
Publicado por El
Marcalino
Edición 264, 21 de agosto
del 2012
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