Crónicas Urbanas

Pobres espectáculos

  Por Jaime Suazo

El domingo  recién pasado, junto a unos amigos, estuvimos viendo algunos partidos de preparación de los equipos de la liga local. El nivel de futbol es malo y todo parece que va en decadencia. Si hacemos una comparación con los torneos de algunos años atrás veremos grandes diferencias y creo que este declive del futbol se debe  a los siguientes factores: Los jugadores actuales no tienen una buena preparación física y para terminar de complicar las cosas las nuevas medidas del estadio regional son mayores que la del otrora campo colón, por lo que hay una mayor exigencia física a lo que instintivamente rehúyen prefiriendo jugar en campos pequeños de ligas burocráticas. Otro factor es la motivación del público, el futbol es pasión y la misma se contagia, pero cuando se tiene que pagar el ingreso a un espectáculo, este tendrá que ser demasiado atractivo para que la persona decida cancelar una entrada. Otro problema es que los jugadores no tienen ninguna formación técnica y táctica del futbol, salvo una o dos excepciones, los equipos no trabajan en sus reservas infantiles que es donde los futuros jugadores tienen mayor capacidad de absorber conocimientos y lo que termina de hacer más complicada las cosas es la disposición de la Federación Hondureña de Futbol  que en una circular obliga a las ligas locales a dejar fuera de competencia a todos los jugadores mayores de veinticinco años solo estableciendo un máximo de tres cupos permitidos. Esto con la idea de promover el aparecimiento de nuevas estrellas del futbol nacional  algo que solo tiene sentido en los lugares de gran concentración de futbolistas como en las grandes ciudades donde hoy en día proliferan las escuelas de futbol. Así está el futbol local, diezmado y envuelto en una apatía colectiva que hace cada vez más remota la posibilidad que nuestros jugadores aparezcan en competencias de otro nivel  y que después de ver futbol europeo, sudamericano o mexicano, por televisión, empecemos a pensar que llegar  por el estadio los domingos no es más que perder el tiempo porque aunque las diferencias culturales y económicas son enormes, el futbol es universal por tanto en algo se debería parecer.

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Publicado por El Marcalino

Edición 162, 16 de agosto del 2010