No hubo avance en negociaciones

Por El Patriota

Después de que el mundo entero presenciara la instalación de la mesa de diálogo entre los representantes de Manuel Zelaya Rosales y Roberto Micheletti, la jornada culminó sin resultados favorables para Honduras.

Una larga jornada donde intervino la Organización de Estados Americanos, OEA, concluyó con pláticas infructíferas y las mismas posiciones que hace tres meses, cuando se dio golpe de estado en Honduras. "El día de hoy, miércoles, no se vanzó en nada, únicamente se conoció la agenda que se seguiría, pero para mañana jueves deberá haber un resultado", dijo Juan Barahona, representante del Frente Popular de Resistencia. Aunque el diálogo aparentó ser extensó, con mayor apertura de la OEA, Roberto Micheletti concluyó su reunión ante los diez cancilleres que integraban la delegación, diciéndo que no habrá amnistía para nadie, hasta que el Congreso Nacional lo apruebe. Micheletti, dijo que ninguna salida a la crisis estará por encima de lo que manda la Constitución de Honduras, hizo énfasisen ellos, antes de que los cancilleres concluyeran su visita a Casa de Gobierno. Por el lado de Zelaya, se espera que éste jueves, antes de las 12 del medio día se tenga una respuesta clara en cuanto al punto número uno, que tiene estancadas las negociaciones y que consiste en la restitución del mandatario depuesto.En un comunicado, enviado el miércoles a la prensa, Zelaya solicitó a la OEA "aclarar" lo que a su juicio es una "actitud suave y complaciente de los delegados de la OEA con el régimen de facto sometiéndose a la agenda que ha establecido Micheletti sin tomar en cuenta la opinión del presidente legítimo que reconoce la OEA y ONU: José Manuel Zelaya". Y advirtió que "de no restituir al Presidente antes del 15 de octubre se debe correr el calendario electoral conforme al periodo de tiempo que marca la ley de tres meses de campaña como garantía para la igualdad de competencia y la participación ciudadana". Asimismo solicitó a los funcionarios del departamento de Estado que sean consecuentes con la posición política del Presidente de Estados Unidos Barack Obama y de la Secretaria de Estado Hilary Clinton.