Por: Dina Meza
Defensores en Linea.
Tegucigalpa, (08 de julio del 2009). Un sobreviviente de la violencia militar ocurrida el domingo 05 de julio decidió romper el silencio y denunciar que los militares tiraron balas vivas contra las personas que estaban cerca de la Fuerza Aérea Hondureña, FAH, en momentos que esperaban que llegara al país el presidente Manuel Zelaya Rosales.
Denis Díaz Sosa, un agricultor que decidió sumarse a las manifestaciones populares aún sin pertenecer a ninguna organización sino por el coraje de defender la institucionalidad del país que fue quebrantada con el golpe de Estado contra Zelaya Rosales por militares que le secuestraron y sacaron a la fuerza de Honduras, todavía no puede olvidar los hechos que aún están en el impunidad y que el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos del país ha tratado de desvirtuar a sabiendas que hay pruebas irrefutables.
Una orden de los golpistas encabezados por Roberto Micheletti Bain, ocasionó la tragedia el domingo, los militares de la Fuerza Aérea Hondureña, FAH, dispararon bala viva contra miles de manifestantes que estaban esperando el supuesto aterrizaje del avión que transportaba a Zelaya Rosales.
Denis recibió un disparo en uno de sus testículos. En la actualidad tiene problemas para caminar y orinar y las altas temperaturas lo mantienen muy preocupado porque no sabe si el disparo le dejará con discapacidad en sus órganos genitales.
“Todo empezó cuando nos dijeron que nos quitáramos del cerco de la FAH y nosotros no nos quitábamos porque no estábamos haciendo nada, si estábamos meneando el cerco con las manos esperando que llegara el presidente Zelaya pero no era para tanto para que nos dispararan, entonces en ese momento empezaron a tirar las bombas lacrimógenas primero y después nos dispararon”, relató Díaz Sosa, todavía con mucho temor al recordar los momentos de peligro contra su vida.
Denis recibió un disparo en uno de sus testículos
El sobreviviente denunció que los disparos no cesaron aunque las personas se replegaron. La orden emanada desde los golpistas era la continuidad de la represión contra el pueblo hondureño. En el preámbulo de este hecho deleznable, la voz del Cardenal Oscar Andrés Rodríguez que anunciaba un baño de sangre, fue pasada innumerables veces en cadena nacional y advertía que sucedería la tragedia si el presidente de la república regresaba a Honduras.
De acuerdo al testimonio brindado en el Área Legal del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras, COFADEH, vi ó como le dispararon al tanque de gasolina de una motocicleta, el cual explotó e hizo que tomara fuego.
Los disparos fueron lanzados asimismo contra un Toyota doble cabina que andaba con parlantes y que era propiedad de los maestros, sobre quienes rondó la muerte y las llantas quedaron ponchadas de los tiros de fusil M-16.
En el Hospital Escuela trataban de esconder los hechos
Sentí mucho miedo, pero viví otros momentos de mucha angustia cuando llegué herido al Hospital Escuela, porque pude observar un ambiente muy raro, policías de la Dirección Nacional de Investigación Criminal preguntando en forma sospechosa por los heridos de la Fuerza Aérea, describió el denunciante.
Relató que en el Hospital le pusieron suero y una sonda, pero al ver esa acción que denotaba que querían esconder los hechos le pidió a la enfermera que le quitara la sonda y el suero que le habían puesto en la vena y se Salió de allí yéndose a curar solo , “ yo tuve miedo que en vez de curarme me podían eliminar para silenciarme para que no hablara y no de dijera a los medios de comunicación porque llamaba a Telesur y otros medios que no fueran de los grupos de poder pero ellos nunca me los llamaron para que yo no denunciara”.
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