Se marca una tradición de semana santa

Marcala, La Paz. Por seis años consecutivos los marcalinos disfrutaron del colorido de las alfombras preparadas por los jóvenes de la parroquia San Miguel Arcángel de Marcala. En Marcala la elaboración de las alfombras de aserrín se están convirtiendo en una tradición del viernes santo, día en que se celebra el Vía Crucis. Se sabe que la costumbre de la elaboración de las alfombras fue traída a América por los conquistadores españoles. La elaboración de alfombras era ya muy popular en España para el siglo XIV, particularmente en las Islas Canarias, en Tenerife e Isla de la Gomera, en donde se elaboraban alfombras desde tiempos remotos, ya que hay testimonios escritos del siglo VII, confeccionadas con tierras de colores, arenas y también de flores. En la Guatemala hispánica los franciscanos, que tuvieron a su cargo la mayor parte de la evangelización en Guatemala, mantuvieron la tendencia a favorecer la religiosidad popular. Uno de ellos, Pedro de Betancourth, era originario de Villa Flor, pueblecito de Tenerife, por lo que conocía las tradiciones canarias. Con este origen y con el desarrollo histórico de los siglos XVII y XVIII, las alfombras se sincretizaron e hicieron guatemaltecas porque se cargaron de nuevo contenido, que las llevaron a formar parte de la cultura de los habitantes. La elaboración de las alfombras La elaboración se inicia con meses de anticipación con la elaboración del diseño, que puede contener algún motivo religioso o una alegoría artística, aunque también hay casos en los que el diseño se va dando de una manera espontánea el mismo día de la elaboración. Luego se determinan los materiales que se utilizarán y la cantidad de los mismos dependiendo del diseño seleccionado y el tamaño que ocupará la alfombra, en este año en Marcala se hizo uso de la harina para hacer sobresalir el color blanco en los diseños. Para determinar el color del aserrín es necesario proveerse de añelina de colores. El hecho de elaborar una alfombra significa para los creyentes agradecer un favor, un milagro y se convierte en un compromiso personal de la familia y en este caso en Marcala, es un compromiso de los jóvenes de la parroquia San Miguel Arcángel.

Publicado por El Marcalino

05 de abril del 2010, edición 143.