
En el artículo anterior compartíamos algunas ideas para estructurar un club de futbol, hoy enfocaremos nuestras propuestas a la parte técnica, que es elemental en el crecimiento del futbol, porque es la representación -en la cancha- del esfuerzo realizado por toda una estructura que apoya un club.
La parte técnica de un equipo está conformada por muchas personas con diferentes funciones, pero en nuestro medio por varias razones, bastará con un director técnico, un asistente, un preparador físico, un médico y un utilero. Ya sabemos que resulta difícil contratar cualquiera de estas personas con preparación académica en su rama, pero podemos buscar en nuestro medio, personas que tengan algún conocimiento a fin, un técnico puede ser alguien que haya tenido alguna experiencia en otro nivel de futbol o que haya tenido como instructor a un técnico de buen nivel o podría ser una persona que le escuchemos que analiza el futbol desde otra perspectiva y que pueda autoformarse con los recursos que existen hoy en día. Un asistente debería tener similares cualidades para que pueda enriquecer las ideas de su superior.
El preparador físico de igual manera tiene que tener ciertos conocimientos porque la preparación de un atleta no tiene la sencillez que nos parece y esta persona lo ideal sería un instructor de gimnasio o un maestro de educación física de un instituto de educación media. La parte medica tendría que hacerla un médico general porque en esto no puede dar lugar a experimentos porque de el tratamiento inicial de una fractura o lesión puede depender el futuro futbolístico de un jugador o en todo caso un voluntario de la cruz roja que tienen conocimiento en primeros auxilios y la parte de la utilería esta solo necesita que sea atendida por una persona dinámica y responsable.
Todo esto está dentro de las posibilidades de un club bien organizado y seguro los resultados de un esfuerzo en conjunto tendrían que llegar más tarde que nunca.
Mejoró el Maya y ganó en La Paz

Club Paceño Reserva de la ciudad de La Paz.
Publicado por El Marcalino
26 de abril del 2010, edición 146.
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